martes, 30 de octubre de 2012

No hay nada de malo en hacer cine comercial.


La trama, ese elemento invisible que constituye el eje central de las historias que contamos, es tan vital, que en ocasiones lo pasamos por alto creyendo que puede crearse la historia sin utilizar las herramientas que la trama ofrece.
Es significativo entrar en la tarea de descubrir la trama de cierto tipo de historias, ya que al parecer crean nuevas líneas que en un instante no se acomodan a ninguna trama.

También se dice que sólo existe un número de tramas limitado, que todas las historias giran en torno a esas tramas. Suena difícil de creer pero cuando uno lo analiza siempre puede acomodar la historia a una de las tramas. Hay que verlo como las notas musicales, con sólo un puñado de ellas se han construido todas las canciones de la humanidad, ningún tema, por extraño que sea, se escapa de las notas. Así mismo con las historias, no importa cuanto te cueste crear algo diferente y único, siempre terminas acomodándote a una trama en particular. De ahí nuestro titulo de hoy, ya que uno de los que más le saca provecho a las estructuras demarcadas por la trama es Hollywood, temido por unos, odiado por otros, ha construido su imperio de dinero y monopolio gracias al conocimiento y manejo matemático de la trama. Todas las películas que se han clavado en la historia cinematográfica como los blockbusters se ajustan precisamente a un tipo de trama, por esa razón es parte del camino del creador de historias audio visuales moverse adecuadamente por las raíces de la trama. Hollywood utiliza la trama para hacer dinero, con el tiempo esa herramienta se ha convertido en un monstruo que consume demasiada energía sin aportar nada nuevo, la economía a puesto su granito de arena, porque lo único que importa es hacer dinero sin importar el contenido, la forma, la esencia. Ganar dinero no es malo en sí mismo, hacer cine comercial es parte del movimiento, es casi necesario, pero el cómo es la clave. Me centro en el cine para facilitar ciertas cosas, pero en general me refiero a cualquier tipo de creación audiovisual, ya que sin importar su genero o formato, la única diferencia es el tipo aplicado de técnica en el manejo de las cámaras. En sí la historia se maneja de forma muy similar en una como en la otra.

Al momento de crear la historia, en ese momento donde se va desenvolviendo, es crucial para el creador, conocer profundamente la esencia de la misma, porque él es el responsable al final de cuentas de todo lo que va a ocurrir en ese extraordinario espacio ficticio que vive en primer lugar en el papel. Algunos buscaran el cliche, mientras que otros querrán la originalidad, pero si decides hacer cine comercial entonces te sumerges en un predicamento, porque una de las premisas del cine comercial es que debe ser redituable, de lo contrario, contar tus historias se hará muy complejo. Un ejemplo en Colombia es Dago García, a muchos no les agradan sus películas, pero hasta ahora es el único que puede darse el lujo de realizar una película cada año desde hace ya tiempo, un parte de esa continuidad es el hecho de que maneja apropiadamente el contenido, es cierto que no son grandes obras maestras, pero ese no es el objetivo, es cine de entretenimiento puro, más que nada comedias de fácil acceso, aunque claro, a veces acierta más que en otras, incluso para él es una búsqueda, una búsqueda que para cada creador es solitaria, muy personal. Así que debes saber en qué sendero de la creación estás; aquel que no tiene límites, o aquel que está supeditado al éxito, al dinero. No es un crimen ser manipulador de emociones, simplista, hasta mediocre; si tus historias son vistas por miles y ganas mucho dinero, a la final es posible que no importe mucho. Debes ser honesto contigo mismo, para que luego no te sorprendas, o para que sepas cual es el siguiente paso en tu carrera.

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