Ese devenir de sucesos, de acciones, de circunstancias que construyen una historia, son al parecer un misterio al momento de crearlos para desarrollar una idea. Es así que puede aplicarse cierta técnica, pero es en el fondo un análisis concienzudo de lo que puede suceder, de lo que sienten los humanos, de lo que desean, de lo que necesitan en verdad lo que mueve los hilos de la historia. En el cine las historias son una parte del centro de atracción, porque también lo es la imagen, en ocasiones ciertos directores lo que construyen son imágenes increíbles que están ligadas de cierta forma por acontecimientos que son sólo una excusa para poder viajar a ciertos parajes o mostrar ciertas cosas.
En el mundo del corto, al ser una experiencia comprimida, se pueden explorar diversos elementos de manera casi experimental, como un juego de ideas, de palabras, de imágenes. Así, se busca que el cortometrajista, (por usar un nombre específico) se adentre en sí mismo y se arriesgue, no tenga miedo de explorar.
Conociendo las bases sobre las que se crea una obra literaria, puede crearse algo distinto, quizá novedoso, quizá tonto, pero como dijimos antes, es un riesgo que vale la pena correr.
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